1º Capitulo
Estaba antes de llegar al pueblo, retirada de la carretera, desde la cual se veía, una mansión majestuosa de dos pisos, no tenia prisa ninguna, pues estaba de vacaciones por la zona, por lo cual me acerque a visitarla, no había ningún cartel a la entrada del camino que prohibiese su entrada, el camino estaba en buen estado.
Pare el coche justo a la entrada, baje y alce la mirada al piso superior de la casa, tenia unos grandes ventanales y una gran terraza encima de la entrada principal, creo que era mas grande de lo que aparentaba desde afuera, a simple vista estaba en buen estado la construcción, me dirigí a la suntuosa entrada de la mansión..., lo primero que se me ocurrió fue gritar... ¡Hay alguien!
Aquella escabrosa escalera, abrazada por ramajes moribundos, con su barandilla de balaustres resquebrajados, me daba la bienvenida a la entrada de una mansión sin ningún habitante con vida aparentemente, sin subir ningún escalón volví a gritar... ¡Hay alguien! No hubo ninguna contestación.
Me dirigí a echar un vistazo a los alrededores de la casa, estaba llenos de matorrales, nada anormal para una mansión abandonada hace muchos años. Detrás, la casa era muy sombría, con mucha vegetación y grandes árboles regados por un arroyo..., su caudal se escuchaba según me iba acercando a la parte trasera de la grandiosa casa, la cual no tenia puerta trasera, lo que me llamo la atención fue ver entre la maleza un gran portón cerrado por una gruesa cadena y un enorme candado, era como una entrada a un sótano, y en los laterales de dicho portón, unos ventanales pequeños acristalados, por los cuales apartando la maleza intente ver algo de su interior pero tal era la suciedad que tenían por su interior, que era imposible ver algo.
De nuevo me dirigí a la entrada para coger el coche y dirigirme hacia el pueblo, pues quería saber si había alguna gasolinera cercana, antes de entrar al coche eche de nuevo un vistazo a la mansion, cual fue mi asombro..., que en la terraza del piso superior antes vacía, vi a través de los balaustres de la terraza una mecedora y un caballo de los de juguete, los dos balanceándose.
Volví a gritar...¡Ahí alguien en la casa! El silencio era casi sepulcral.
Hice caso omiso a lo que vi, me metí en el coche y arranque.
De camino al pueblo, en el coche no podía dejar de pensar, como se me podía haber pasado por alto el no ver antes la mecedora y el caballito de madera, estaba seguro de que la primera vez que mire a la fachada de la mansion, no estaban ahí.
A unos pocos kilómetros, antes de llegar al pueblo había una gasolinera, pare para llenar el deposito de gasolina, salió atenderme un hombre ya algo mayor, le pregunte si estaba lejos el pueblo. Pasando el puente del arroyo, a medio kilómetro se encuentra la entrada del pueblo, al nombrar el hombre el arroyo, fue tal mi curiosidad, que le pregunte por la mansion que estaba cercana a la carretera.
Su semblante cambio de repente, me contesto... si me pregunta por la casa del antiguo doctor, no se nada. Su contestación fue con voz algo temblorosa, pero no rotunda, como si tuviera miedo por la pregunta
¿Pero vive alguien en la mansion? Porque parece algo abandonada...le pregunte.
¡No..., no se nada! Ni quiero saber de esa casa. Me quede perplejo, le pague el importe de la gasolina y no quise insistir mas.
Salí de la gasolinera y me dirigí hacia el pueblo, cruce el puente que me dijo el viejo dependiente de la gasolinera, y nada mas cruzarlo ahí estaba, por la entrada no parecia muy grande, aunque vi que tenia un cartel de Hotel, me di cuenta de que había algunos comercios cerrados con carteles de “SE VENDE” al igual que en muchas fachadas de casas.
Me acerque al hotel, imagine que tendría restaurante, pues ya se me había echado la mañana encima, aparque el coche, y efectivamente tenia restaurante y no mas de diez habitaciones, de las cuales yo creo que estaban todas vacías. Me senté en una mesa cerca de la barra, salió atenderme una mujer no muy joven que digamos, después de darme los buenos días, me pregunto que...¿Qué desea? La pregunte que si daban comidas..., si, me contesto. Es algo temprano si no la importa me trae una cerveza... la dije.
Me trajo la cerveza una jarra y un plato de patatas. Antes de que se retirase la di las gracias, y la dije:
Perdone... ¿La puedo hacer una pregunta señora? Usted dirá, me contesto.
Mire estoy de vacaciones y antes de llegar a la gasolinera, he visto una gran casa no muy lejana de la carretera, el señor de la gasolinera me ha dicho que era del antiguo doctor, me podría usted decir algo sobre esa mansion. ¡No!..., por favor no pregunte nada sobre la casa ni sobre el doctor.
Mire..., quiero pasar unos días aquí, y me ha llamado mucho la atención esa casa, donde o quien me podría decir algo sobre ella.
La mujer, tardo en contestarme..., tengo mucho trabajo, si se va a quedar unos días le preparare una habitación y le pondré algo de comer..., esa fue su contestación.
No quise, molestarla mas. Pero cada vez mi curiosidad cada vez iba a mas. ¿Que habría pasado en la mansion de antiguo doctor?
2º Capitulo
Me tome la cerveza y salí a conocer un poco el pueblo hasta la hora de volver al hotel a comer. Se le veía un pueblo apacible, de esos en los que los días pasan sin que ocurra nada fuera de lo normal, la verdad es que por las calles no transitaban apenas sus habitantes, vi una librería abierta y se me ocurrió que a lo mejor alli podía encontrar algo escrito sobre la mansion, entre y le pregunte a la librera, si tenia algo para leer sobre la mansion, no... me contesto, ni quiero tener nada que tenga que ver con ese tema en mi establecimiento. Pregunte en la biblioteca..., alli quizas encuentre algo de información. La librera me indico, que la biblioteca se encontraba al final de calle principal y hacia alli me dirigí.
Después de recorrerme la calle principal del pueblo, vi que no era tan pequeño como pensaba.
El edificio de la biblioteca, era quizas unos de los edificios mas antiguos del lugar, era de dos plantas, en la entrada había un mostrador, algo alto, pues nada mas entrar lo único que se veía detrás, era un moño de pelo cano con dos lapiceros cruzados clavados en el, al arrimarme al mostrador ya vi quien estaba debajo del moño, era la típica bibliotecaria, no se calcular los años que podía tener, gafas alargadas estrechas, mirada hacia arriba por encima de las gafas, blusa gris con un broche de negro en la solapa, al levantarse para atenderme, me fije que su cuerpo era extremadamente delgado, falda ceñida de color azul oscuro a juego con la chaqueta que tenia colgada en el respaldo de su silla.
Me dirigí a ella... Buenos días, por favor, me gustaría encontrar algo de información acerca de la mansion que hay en las afueras del pueblo, me han comentado que aquí podría encontrar algo de información. Le han indicado bien, en esta biblioteca se puede encontrar toda clase de información, sobre todo lo relacionado con el pueblo y sus habitantes casi desde su fundación.
La bibliotecaria parecia ser la única persona del pueblo, que no tenia temor o pudor hablar sobre el tema, antes de que me indicase donde podía ver algo de información sobre la mansion y sus habitantes, la pregunte si ella seria tan amable de contarme algo. Oiga..., me contesto. Todo lo que quiera saber lo encontrara en la información recopilada por mi durante muchos años, en esta biblioteca. Seguro que no necesitara mas información y si algo no encuentra al respecto, no dude en que yo le ayudare en lo que pueda. Me quede perplejo, por tanta atención hacia mi y por la información que me iba dando.
Diríjase al piso de arriba, las estanterías están clasificadas por orden alfabético, empiece buscando por la letra “D” de doctor, hay encontrara todo lo relacionado con el, su familia y mansion, no tendrá ningún problema, pues fue y ha sido el único doctor que ha existido en el pueblo.
Hacia la planta de arriba me dirigí, a buscar la estantería con la letra ”D”
Lo único que encontré sobre el doctor, fue una carpeta. La abrí...en ella, había una foto de el, una de su mujer y de sus dos hijos varones gemelos. Las únicas fechas que venían, eran las de los fallecimientos de los componentes de la familia, la primera que falleció fue la madre en un accidente de trafico, con teinita y cuatro años según el informe, iba con sus dos hijos, de dos años en el cual uno de ellos quedo en estado vegetativo, el otro solo tubo contusiones. El nombre del doctor, era Luis, el de la madre Josefina y los de los niños Adrián y Samuel.
Según el informe, el padre murió a los ocho años de morir su mujer y parece ser que no estaba muy claro, si fue por accidente o suicidio, fue por un disparo en la cabeza.
La fecha de los hijos, estaba como “desaparecidos”, eso era todo lo que había en la carpeta sobre la información de la familia del doctor.
No era mucho que digamos, lo suficiente para que la intriga por lo que me atraía la casa, fuese en aumento.
Al despedirme, la bibliotecaria me pregunto si había encontrado algo de interés en lo que estaba buscando..., gracias por todo, aunque creo que el interés por la mansion, me va hacer ir a visitarla de nuevo..., la conteste. No creo que encuentre nada interesante en ella, desde la muerte del doctor, se cerro y después de que la policía, diera el caso por cerrado, nadie ha vuelto a entrar en ella, aunque después de lo sucedido si se han escuchado muchas historias sobre la mansion, gracias de todas las maneras..., ha sido usted muy amable.
Ya se me hacia tarde para comer y fui al hotel, haber que me había preparado la dueña, la comida fue suculenta, después de tomar el café le pedí la llave de la habitación, era bastante acogedora, me tumbe a ver si podía descansar y dormir un rato, pues mis planes eran acercarme a la casa de nuevo antes de que anocheciera.
3º Capitulo
Nada mas despertarme, cogí el coche y emprendí camino hacia la mansion del doctor, antes me pase por la gasolinera a comprar una linterna, pues recordé que no tenia linterna y quizas se me podía hacer tarde y seguro que la casa estaría sin luz, pues mi intención era entrar en ella y quitarme el gusanillo de conocerla por dentro.
Pare el coche justo en la entrada, donde la primera vez, lo primero que hice fue mirar hacia la terraza principal, estaba completamente vacía no estaba ni la mecedora ni el caballo de madera, algo raro pasaba, o cuando estuve la primera vez, vi cosas que no existían.
Me dirigí a hacia la escalera escabrosa..., de los laterales del ultimo escalón, nacían dos grandes columnas sujetando la terraza principal del segundo piso. Me acerque a la puerta principal, era grande con un llamador de metal en el centro, con la mano algo temblorosa golpee sobre la puerta con el, lo hice como cuatro veces, y como era de esperar nadie contesto, baje la mano hacia la manivela para intentar abrirla, cual fue mi sorpresa, que estaba sin echar la llave, abrí la puerta y entre, tenia un gran recibidor, a la izquierda una entrada diáfana hacia un gran salón, a continuación una escalera ancha, que subía hacia la parte superior de la casa, debajo de la escalera una puerta, imagino que seria un armario ropero y a la derecha una puerta de vaivén que daba a la cocina, la luz era escasa, pues tenia todas las cortinas echadas, el mobiliario tapado con sabanas blancas, entre a la cocina para buscar el cuadro de la luz, por si había suerte y hubiera corriente, pero alli no se encontraba, me dirigí de nuevo al salón descorrí las cortinas, era enorme, en un extremo una gran librería llena de libros la mayoría de medicina, pegada a la ventana una mesa con sillas de comedor, en el centro de la pared del fondo una gran chimenea, a su alrededor y tapados con sabanas dos grandes sofás y un sillón, se la veía un casa acogedora, estaba tal cual la dejaron sus inquilinos, me dirigí hacia la escalera para subir al piso superior, la barandilla era con balaustres blancos y pasamanos en negro.
Una vez arriba, la barandilla continuaba hacia la derecha. Había cinco puertas las cuales daban a los dormitorios, era un largo pasillo de un lateral de la casa al otro.
Entre, en lo que creía que podía ser el dormitorio principal, estaba a la izquierda, un dormitorio grande pero nada del otro mundo, pero un momento..., en un rincón estaba la mecedora que vi junto al caballo en la terraza, la habitación estaba unida por un pequeño pasillo a la terraza, la siguiente puerta era el dormitorio de uno de los hijos, llena de juguetes y muy alegre, a continuación la otra habitación la del otro hijo, igual que la otra, pero esta aparte de los juguetes tenia una silla de ruedas de esas especiales para niños con discapacidad, me impresione al verla, debía ser la habitación del hijo que quedo mal parado en el accidente, las otras dos, una imagino que la de invitados y la otra una habitación de juegos de los niños y alli estaba, el caballo de madera que vi desde afuera en la terraza.
Baje de nuevo a la planta de abajo, en algún lugar tenia que estar la entrada para bajar al sótano que vi en la zona de atrás de la casa, abrí lo que creí que era un armario ropero y no, era la entrada al sótano, pero no se veía absolutamente nada, encendí la linterna y nada mas abrir la puerta, que olor, no se si era a humedad de estar cerrado y sin ventilación, pero no era nada agradable ese olor, ilumine la escalera para ver el estado en el que se encontraba, parecia que estaba bien, bajando me dio en la cabeza como especie de un cordón, era de esos que se utilizan para encender la luz, tire de el, y suerte había luz. ¿Pero que era lo que veía?... De pronto se apago la luz.
Volví a encender la linterna, una vez abajo el olor era mas intenso, era como...,una acumulación de olores ufff me daban hasta arcadas, a la izquierda al final de escalera estaba el cuadro de la luz, con un montón de interruptores y uno general, subí el general y efectivamente había luz, el sótano, era toda la planta baja de la casa.
Era un laboratorio, con estanterías llenas de frascos de cristal con líquidos, había una mesa de quirófano, en un lateral con infinidad de instrumentación preparado para hacer operaciones quirúrgicas, pero esto dentro de lo normal pues era la casa de un doctor, aunque pensándolo bien..., en la casa no había ningún sitio donde pasar consultas, tampoco pregunte si en el pueblo había consulta medica, imagino que si, y alli seria donde el doctor pasaría consulta.
Había un escritorio, con cajones en uno de sus laterales, todos cerrados con llaves, busque la llave por encima y no estaba, pasando la mano por debajo, no te algo, efectivamente era la llave, aunque estuviera feo lo que estaba haciendo, la curiosidad me podía, fui abriendo los cajones y todos vacíos menos el ultimo, en el cual había una carpeta y dentro un juego de llaves una de ellas mas pequeña que las otras, igual que la de los cajones, debía ser ser del archivador que estaba junto al escritorio, ¡Si! era del archivador, estaba lleno de carpetas con informes médicos, creo que eran sobre pacientes del pueblo, lo que me llamo la atención es que la mayoría eran de niños.
Un momento..., escucho ruidos en la parte superior, que raro, eran como unos golpes, subí arriba haber de donde venían los golpes. Que veían mis ojos..., era el caballo de madera estaba fuera de la habitación detrás de la barandilla del pasillo de las habitaciones y balanceándose, ese era el ruido que escuchaba, pero como podía estar ahí si estaba dentro de la habitación, ahora si que me entraron nervios y para que hacerme el valiente, algo de miedo tambien tenia, no era muy normal lo que estaba ocurriendo, subí con algo de precaución, cogí el caballo y lo lleve a la habitación en la que estaba, entre a la otra habitación del otro hijo y ¡Dios! No podía ser la silla de ruedas no estaba, que estaba ocurriendo. ¿Quién podía haber movido esos objetos? ¡Ahí alguien en la casa!.... Grite. ¡Ahí alguien!... Como era de esperar, no había nadie o por lo menos no hubo contestación ninguna.
Algo estaba pasando, no se que seria, pero en la casa me dio la impresión de que algo raro ocurrió. Baje al salón a ver si en la gran librería había algo interesante, que me pudiera orientar sobre que es lo que estaba pasando, encontré un álbum de fotos de familia, le eche un vistazo, la mujer era joven y bella, por lo menos en un retrato que se encontraba ella sola, en otra estaba con los niños, eran como dos gotas de agua, dos años ponía en la fecha de la foto, debió ser poco antes del accidente, del doctor solo había una, un hombre normal con un gran bigote. Había una foto suelta, en la que se encontraban los dos hermanos juntos, daba cosa mirarla, uno subido en el caballo de madera y el otro..., pobre, en la silla de ruedas sujeto por la cintura y por la frente con unas correas, para que no se cayese imagino, lo mal que lo tubo que pasar esa criatura, en el informe de la biblioteca ponía que después del accidente se quedo en estado vegetativo.
Lo que no me explico es como el doctor se pudo hacer cargo, de esas dos criaturas el solo, durante seis años y de los niños no se volvió a saber nada. Imagino que dejaría la consulta para atender a sus hijos, o tendría alguna ayuda de una mujer para los quehaceres de la casa. Desde luego la casa estaba en perfecto estado, si no fuera por la suciedad acumulada por el tiempo, nadie diría que estaba cerrada.
Ya se había hecho de noche y volví al sótano, pues era la parte de la casa, en las que había cosas que me pudieran dar algunas respuestas sobre lo que alli paso, de momento, muy limpio que digamos no estaba, pero el olor que anteriormente tenia había casi desaparecido. Un momento..., esto ya era para pensarse si continuar alli o salir por pies, no podía ser...,la silla de ruedas estaba alli en un rincón, o el olor que había anteriormente me había afectado, o esto ya pasaba a ser cosas de espíritus o algo parecido.
Que podía hacer, subir las escaleras como tren que lleva el diablo o quedarme y seguir investigando.
4º Capitulo
Volví a echar un vistazo a los informes médicos, me preocupo mucho el ver tantos informes de niños. A la vez no podía dejar de mirar la silla y como había ido a parar alli.
Ya eran altas horas de la noche y la verdad que estaba cansado, quizas por las experiencias casi paranormales diría yo, que habían ocurrido en mi estancia en la casa. Deje los automáticos, del cuadro de la luz, como los encontré, encendí la linterna y subí a la planta principal, a echar las cortinas que descorrí y me dirigí fuera de la casa, tenia ganas de coger el coche llegar al hotel y pegarme una buena ducha y descansar, mañana seria otro día, para intentar descubrir algo mas.
La noche la pase pensando, no se me quitaba de la cabeza lo de la silla de ruedas y lo del caballo, pero que si algo si descanse, baje a desayunar. La mujer del hotel me pregunto. ¿Ha ido a visitar la casa del medico? Me extraño mucho que me hiciera esa pregunta, porque al preguntarla yo por el tema el día que llegue, no quería saber nada. Si..., la conteste. ¿Por qué me lo pregunta? No, por nada. Y a los pocos segundos. ¿Ha visto o le ha pasado algo extraño? Dicen que el espíritu del doctor, anda vagando todavía por la casa y que ocurren cosas extrañas. No..., nada anormal, la conteste. No quería que me tomase por un loco.
A la que si tenia ganas de visitar de nuevo era a la bibliotecaria, creo que era la única con la que podía hablar sobre el tema, ella tenia que tener mucha mas información de la que encontré en la estantería con la letra ”D” en la biblioteca. Hacia alli me dirigí, de una de las calles que daban a la principal escuche el sonido del correr del agua, debía ser del arroyo, ande por esa calle hacia adelante, había un pequeño puente sobre el arroyo, pasado el puente había un camino arbolado y un poco mas adelante vi que se encontraba el cementerio, me acerque hasta la puerta.
Era como cualquier cementerio..., una vez dentro vi que estaba muy, muy bien cuidado, lo que me extraño, es que había algunas tumbas con cruces en mármol blanco y todas mas o menos juntas, me acerque a ellas.
Eran todas de niños y en las grabaciones de las cruces, todas con edades similares, ufff aquello me dio mucha grima, incluso algunas tenían puesto las fotos de los pequeños, las fechas de los fallecimientos coincidían casi todas, mucha casualidad, pensé...
Salí del cementerio, con no muy buen cuerpo, después de ver esas cruces de mármol blanco.
Me digí hacia la blibioteca, al cruzar la puerta como el día anterior, alli estaba el moño con sus lapiceros clavados era el de, mi amiga la bibliotecaria, detrás del mostrador. Acercándome di los buenos días, buenos días..., me contesto.
¿En que puedo ayudarle de nuevo? Mire ayer por la tarde estuve en la mansion del doctor, de camino hacia aquí me he pasado por el cementerio, he visto algunas tumbas de niños de corta edad, me gustaría si no es mucho atrevimiento invitarla a un café y que me contara si es usted tan amable, lo que sepa sobre los acontecimientos de la época, en la que el doctor vivió solo con sus dos pequeños. No se, no se..., me contesto. Aquí en el pueblo la gente es muy habladora, en cuanto ven a una mujer soltera, con un apuesto joven como usted, ya sabe..., por favor señora..., la dije.
No vaya usted a pensar que yo... no, si es por las habladurías.., comento.
Cuando cierre la biblioteca, si quiere nos vemos en la cafetería del hotel después de comer..., me comento. ¿Y porque no mejor?..., si me permite el atrevimiento, la invito a comer y así tenemos mas tiempo para charlar sobre el tema, pues me gustaría por la tarde volver de nuevo a la casa. De acuerdo..., nos vemos en la cafetería del hotel, le parece a la una y media... Si señora buena hora.
Salí de la biblioteca convencido, de que en la comida podría obtener algunas respuestas, que me inquietaban sobre la mansion.
Espero que la bibliotecaria no se piense, que quiero tener algo con ella, jeje, la he notado algo coquetona conmigo.
Me di un paseo por el pueblo, para hacer algo de tiempo y con la primera persona que me encontré le pregunte, si había algún consultorio medico en el pueblo, me contesto que si, pero solo esta abierto dos días a la semana y que pasaba consulta un medico que venia del pueblo mas cercano, hace años se cerro por la muerte del doctor.
Nada mas llegar al hotel, lo primero fue decirla a la señora del hotel, que preparase una mesa en un sitio tranquilo para dos.
La bibliotecaria llego puntual, pero que veían mis ojos..., el moño se la debió caer por el camino iba con el pelo suelto, vestido de color rojo y muy pintorrojeada, huy, huy, no quería imaginarme lo que no me quería imaginar, pero dejemos esos detalles aparte. La invite a tomar algo antes de sentarnos a comer, ella se pidió un vermouth blanco y yo una cerveza.
A todo esto me presente, mi nombre es Dario encantado y ¿El suyo?...,
Me llamo Ana, encantada.
¿Cómo tanto interés? Por la mansion y su familia..., me pregunto.
Fue pasar por la carretera y verla a lo lejos me llamo la atención, me acerque a verla de cerca, lo curioso fue lo que me paso, la terraza principal estaba vacía cuando llegue y al irme vi dos objetos, una mecedora y un caballo de madera. A partir de ahí, fue curiosidad por aquella casa, ayer paso lo mismo, cambiaron de lugar sin ninguna explicación normal.
Lo que le ha pasado a usted, con la mecedora y el caballo de madera, es una historia que se viene escuchando hace años en el pueblo, la gente que lo ha contado no ha vuelto mas alli. Cuentan que el espíritu del doctor deambula por la casa..., me comento.
¿Y que me puede decir? sobre las tumbas de los niños, y que fallecieran todos mas o menos en la misma época... Fueron atendidos por el doctor, según el, fue una epidemia que afecto algunos niños a la vez, a todos ellos los atendió en su casa una vez que empeoraban, y así los podía tener mas vigilados. ¿Pero como se las podía apañar? atender a sus dos hijos, uno de ellos en el estado en el que estaba y encima a otros niños enfermos... Nada mas morir su mujer contrato a una ama de llaves, que tenia conocimientos de enfermería, esta mujer desapareció antes de su muerte...
Pero si le parece seguimos con la conversación tomando el café, después de comer pues la mesa ya esta puesta y enseguida nos servirán la comida. Y así disfrutaremos mas de la comida..., comente.
La comida estaba exquisita y que decir del postre, con el café me pedí una copa de brandy y mi amiga la bibliotecaria me acompaño con lo mismo. El cambio radical de cuando la conocí, uff, no me la hubiera imaginado así de ninguna de las maneras.
Continuamos con la conversación, entre trago de café y brandy.
Sin yo preguntarla, siguió contándome...,de sus hijos no se ha vuelto a saber nada, pues al faltar unos días sin aparecer por la consulta del pueblo el doctor, el gasolinero se acerco a la casa para que le hiciera unas recetas y fue el, el que se encontró el cuerpo sin vida, según el informe de la autopsia llevaba muerto unos tres días, hasta que se descubrió su cuerpo.
Y eso es todo lo que puedo contarle Dario, sobre el doctor y la mansion. Ya sobre las cosas extrañas que ocurren dentro, es un tema que me da mucho respeto, y no le puedo ayudar.
Ana, lo único que puedo decirla es que ha sido usted muy amable al haber accedido a mi invitación y a contarme todo lo que sabe sobre el tema, si descubro algo mas, usted será la primera en enterarse, ahhh y otra cosa. ¡Que esta usted muy guapa! ha sido un placer el haberla conocido. Ahora si me lo permite, voy haber si me doy una vuelta por la mansion, ya me pasare por la biblioteca si hay acontecimientos nuevos.
De nuevo, camino de la mansion me iba preguntando, que podía hacer si me encontraba de nuevo con la silla o el caballo cambiados de lugar, que seria o quien seria el que los cambiase. Iba con ese temor, pero después de los pasos dados, tenia que encontrar esas respuestas, y no había otro lugar que en la mansion. De una cosa si estaba convencido y era que no estaba haciendo nada malo y creo que a nadie le podía molestar.
De nuevo estaba alli con la linterna en la mano, mirando hacia la terraza. ¡No, por favor otra vez, no! La mecedora y el caballito, alli estaban como dándome la bienvenida, me dirigí hacia la escalera de la entrada, las cortinas descorridas, pero como puede ser, esto ya me olía o a broma o a cámara oculta. Las deje como las encontré al entrar en la casa, corridas del todo. Entre dentro..., las sabanas no estaban por encima de los muebles, todo el mobiliario estaba al descubierto. Me dirigí hacia la puerta del sótano con la linterna en la mano, seguro que ahí, estaban todas o partes de las respuestas que estaba buscando, se me ocurrió tirar del cordón que encendía la luz de la escalera que bajaba al sótano, la luz se encendió, que cosa mas rara..., yo deje los interruptores de la luz todos bajados, y estaba todos para arriba.
Había un silencio total, el mal olor había desaparecido por completo, abrí de nuevo el archivador, cogí la carpeta donde estaban los informes de los niños, todos coincidían con los nombres de los del cementerio, abrí otra carpeta, esta eran informes personalizados de los niños y efectivamente por las fotos eran los mismos niños que estaban enterrados en el cementerio del pueblo. La causas de las muertes, todas por enfermedad y la verdad no entiendo nada de medicina, pero en cada informe ponía un nombre diferente y según Ana la bibliotecaria, todos fallecieron por una epidemia, Algo no me cuadraba, pues debería poner el mismo nombre en todos los informes.
Nada mas guardar las carpetas en el archivador, algo empezó a ocurrir, empecé a notar como un pequeño temblor, cada vez iba a mas no podía moverme, que es lo que estaba ocurriendo. De momento paro... pero la camilla de quirófano y la bandeja con instrumentación que había al lado empezó a moverse con movimientos cada vez mas fuertes, los bisturís, tijeras y demás instrumentos empezaron a caer al suelo. De pronto tambien se paro, ufff ¿Qué podía hacer?... ¿Salir de alli?
Me quede como una estatua, no sabia si moverme y echar a correr escaleras arriba o que, pero un momento, los segundos que me quede paralizado, pensé... donde esta la entrada con el portón que había en la parte trasera de la casa, fue un detalle que se me paso por alto la otra vez que baje, entonces el portón no tiene entrada a la casa, saldré a ver que es lo que esconde. Nada mas empezar a subir las escaleras de nuevo otro temblor, este tan fuerte que me dio miedo a subir por la escalera, empezó a oler mal como la primera vez que baje, me gire..., ¡Y por dios! La camilla de quirófano estaba toda ensangrentada, y la instrumentación que se había caído al suelo estaba toda extendida por encima, parecia como si algo o alguien me quisiera meter miedo, pero, ¡No! Si hubiera sido así, ya se me lo podía haber hecho y aunque soy un poco escéptico a lo paranormal, creo que alguien o algo me quería decir algo.
Lo único que se me ocurrió, fue como un loco, hacer preguntas no se a quien. ¿Que quiere o que quieren de mi? ¿Qué puedo hacer, para entender lo que esta pasando? ¡Si esta en mis manos ayudare!... Dije. Todas las palabras entrecortadas y con mi cuerpo todo tembloroso, se me iba a salir el corazón lo tenia a trescientos.
Encima del escritorio no había nada, y de pronto con sangre se empezó a escribir. “En la parte de atrás, de la casa”
De piedra me quede al ver, como se iba escribiendo la frase.
El desenlace
Antes de salir, recordé que el portón estaba cerrado con una cadena y un candado, una de las llaves podía ser las que estaban con las de los cajones y el archivador, estaban encima del archivador, las cogí y me dirigí hacia fuera de la casa, ya estaba casi anocheciendo.
Una vez delante del portón, lo primero que me dio por fue por pensar..., que haber que podía haber ahí adentro. ¿Con qué me encontraría? Eche el poco valor que me quedaba, a las espaldas, abrí el candado y aparte las cadena, abrí la puerta hacia arriba, pero me di cuenta que no había nada para sujetarla, me asome alumbrando con la linterna, parecia como otra especie de sótano contiguo al de la casa, había una escalera que bajaba, parecia segura, por lo menos tenia barandilla, precavido de mi cogí el candado, por si las moscas, por lo menos no me quedaría encerrado ahí abajo, solo me faltaba eso, después de todo lo que había pasado.
Había una oscuridad total..., aquí si que olía a humedad, había un pasillo y por la situación, creo que iba paralelo al costado de la casa, a unos pocos metros acababa el pasillo y daba como a una especie de una habitación grande, antes de entrar entra en la habitación vi una mesa con tres candiles, una garrafa con un liquido que me imagino que seria de alcohol para los candiles y una caja de cerillas, llene uno de los candiles y rece para que las cerillas encendiesen, y así fue encendí el candil. Uffff que horror no me lo podía creer, que veían mis ojos ...
Estaba la mecedora..., con un cuerpo putrefacto, por las vestimentas parecia de una mujer sentada delante, como de una especie de nichos abiertos pequeños y en cada uno de ellos, cuerpos de niños desnudos en el mismo estado. Pero esto no era todo, tambien estaba la silla de ruedas y lo peor..., con un niño sentado, imagino que seria el hijo del doctor y el caballo de madera detrás de la silla, como escondido.
No sabia que hacer, pensé que lo mejor era salir de alli y avisar de lo que había descubierto.
¿Porque y como habían llegado hasta alli? La mujer tenia como roto el cráneo, como por un fuerte golpe. ¿Qué habría pasado?
Pero antes de salir, el caballo se empezó a mover cada vez con mas energía, no sabia que hacer, me acerque haber si es que tenia algún mecanismo que hiciese que se moviera, pero no parecia que hubiese nada. Un momento..., detrás de la silla de ruedas vi que había como especie una cartera colgada, fue cogerla y el caballo se paro, claro, ya iba entendiendo todo lo que me había ido ocurriendo en la mansion, habían sido como mensajes.
Me acerque a la mesa, abrí la cartera a ver los que había dentro, había unos folios escritos, parecía una especie de informe que decía:
Los niños que he tenido a mi cuidado, junto a mi ayudante y ama de llaves, han sufrido una epidemia desconocida, hemos intentado con todos nuestros conocimientos y medios, salvar sus vidas incluso con operaciones complicadas en el sótano, he llegado a utilizar a mi hijo sabiendo en el estado en que se encontraba, como conejillo de indias, haciendo trasplantes a los niños afectados, nunca me lo perdonare, pero dieron buenos resultados todos, los niños iban evolucionando favorablemente, incluso mi hijo llego a mejorar algo con la ayuda de los otros niños, de pasar de estado vegetativo, llego a entender y a contestar con sus ojos, fue un milagro. Dos días antes de empezar a darles el alta a los niños mas mejorados, mi ama de llaves desapareció, y los niños sin causa alguna empezaron a empeorar, estuve tres días sin ir a pasar consulta al pueblo por estar con ellos, haber si podía encontrar la causa del empeoramiento, primero falleció mi hijo y en cuestión de horas se me fueron muriendo en mis brazos los demás. Fue, todo un caos, el cielo encima se vino encima...
Mientras leía aquello, escuche unos ruidos que venían del final del pasillo, solté los papeles, y me dirigí para ver que podía ser...
¡Ana!... ¿Qué hace usted aquí? Se presento apuntándome con una pistola, no sabia a que venia todo eso.
Dario..., tubo que venir usted a este lugar a remover todo lo que ya estaba olvidado, a remover mi amor del pasado, por el que luche, después de la muerte de su mujer, ¡Si! El doctor y yo nos enamoramos, tuvimos que tener nuestro amor escondido por culpa de las habladurías de la gente del pueblo, y después vino su ama de llaves, que quiso alejarme de el, yo no lo podía permitir, ella siempre a su lado, sentada en la mecedora cuidando de su hijo enfermo y viendo como jugaba su hermano con el caballo de madera.
Y yo era la amante de el, no era justo, cada día le absorbía mas ella, los niños enfermos, nos quitaban momentos de estar juntos.
Un día en una discusión que tuve con ella, la empuje y ella cayo por las escaleras, se levanto y se vino hacia mi, cogí una figura del salón y le di con ella en la cabeza. Fue un accidente..., me dijo ella toda exaltada. Como un accidente, tu la asesinaste..., la dije. A todo esto no dejaba de apuntarme con la pistola.
¿Y los niños, que les paso? ¿Y que hiciste con sus hijos?
Los niños estaban moribundos...,¿Qué podía hacer? Los baje aquí con ella, con su mecedora para que los siguiera cuidando, lo mismo hice con su hijo enfermo... les di de beber, uno de los líquidos que tenia Luis en el sótano, supongo que seria veneno. Ana, usted esta enferma... Sabe que algún día esto se sabrá.
Y con su otro hijo, ¿qué hizo? A el no le hice nada, no he vuelto a saber de el después de lo ocurrido con la ama de llaves, salió por la puerta corriendo y nadie ha vuelto a saber de el.
¿Pero y las cruces del cementerio? Están puestas simbólicamente por ellos..., me contesto, con voz fría y calculadora.
¿Y como la policía no miro aquí abajo? Si que miro, pero no pudo encontrar nada porque esto, estaba cerrado por un muro, pero no se quien de estos espíritus endemoniados o lo que sean, lo han abierto para ti. El caballo empezó de nuevo agitarse, yo note que empezó a ponerse nerviosa, yo estaba justo delante de la silla de ruedas y del caballo.
¿Qué esta pasando ahí detrás? Pregunto..., parece ser que el caballito quiere jugar con usted o serán los espíritus endemoniados, pero creo que no vas a tener esa oportunidad, querido Dario. Creo que les vas hacer compañía, por una buena temporada.
No se lo que paso, pero en un instante, note como algo me arrollaba por atrás, caí al suelo y escuche un disparo. Vi como la silla de ruedas con lo que quedaba del niño atado con las correas, se dirigió hacia ella, y la tiro contra la mesa donde estaba la garrafa con el alcohol, el alcohol le cayo encima y no se como, pero empezó arder sin yo poder hacer nada, los gritos eran terribles. No puede hacer nada por ella.
La mecedora empezó a moverse, el caballo lo mismo y la silla de ruedas empezó a moverse hacia donde yo estaba, paro frente a mi y ocurrió algo, muy especial...
Empecé a ver como el aire se iluminaba alrededor de la silla, vi como se iba regenerando la cara del niño, vi como le caían unas lagrimas, tenia una cara sonriente y su mirada la dirigía hacia arriba y hacia abajo, no me cabía ninguna duda de que estaba dándome las gracias, en los nichos paso lo mismo con los niños, me miraban sonriéndome, la mirada del niño de la silla de ruedas se dirigía hacia el pasillo, la silla empezó avanzar hacia ella y paro justo a la entrada del pasillo, justo alli empezó a desvanecerse la luz y su cara, se empezó a difuminar, como la de los demás.
Antes de subir las escaleras, eche una ultima mirada hacia atrás, el pasillo había dejado de existir era una habitación completamente vacía y cerrada. Cerré el portón y eche el candado con la cadena.
Fui a la puerta principal, antes de entrar eche un vistazo en la terraza, estaba vacía, entre a echar un vistazo a la casa, todo parecia normal, baje al sótano y lo mismo. Ya en la puerta y con la noche encima, cogí el coche y me dirigí hacia el hotel.
Fue una noche tranquila, me dormí nada mas tumbarme en la cama. A la mañana siguiente nada mas levantarme, pague la cuenta después de desayunar, me extraño que la dueña no me preguntarse nada, me dirigí hacia el cementerio, pasado el puente cogí unas flores del campo, y las deje delante de las cruces de los niños.
Nunca mas volví al pueblo nunca mas. Solo espero que todos, todos los que deje en aquel sótano, descansen en paz.