Un día me dio por sentarme delante de un reloj, de esos que son de pie, con su gran péndulo de metal dorado detrás de un cristal, unas contrapesas del mismo metal, la esfera con grandes números, mirando siempre al futuro..., su música siempre constante, tic, tac, tic, tac, solamente se dejaban de escuchar, cuando su mecanismo hacia sonar el tiempo que les tocaba a los cuartos, las medias o las enteras, esas medidas de tiempo. Todo eso dentro de un mueble en madera de caoba, y muy bien trabajada, con adornos de marquetería de nácar.
Esas horas que nos acompañan desde que nacemos y hasta que morimos. El tiempo..., nuestro compañero de fatigas en la vida, casi siempre olvidado.
Me dio por pensar..., si pudiera parar el reloj o mejor parar el tiempo
Seria para pensarlo muy bien, en cuanto echase andar el tiempo, después de pararlo no habría marcha atrás, momentos de nuestras vidas por las cuales hemos pasado, no volveríamos a vivirlas, no conoceríamos a muchas de las personas que hemos conocido, perderíamos los sentimientos hacia ciertos amores y situaciones que nos han hecho vivir plenamente felices. Pensar que una vez detenido el reloj, el tiempo que he vivido hasta esa fecha en adelante se borraría de mi nueva vida. ¿Cuál seria el momento perfecto, para pararlo? Cuantas veces de momentos en la vida, que sin pensarlo lo hubiéramos hecho, sin parar en las consecuencias.
Es verdad, que los malos momentos, a partir de pararlo también se borrarían. ¿Pero que momentos, son malos en la vida? La perdida de un ser querido, el pasar por algún desamor, quitarnos de mas de un traspiés en el caminar por la vida vivida, disgustos sin importancia, hasta ese momento.
Yo de momento, seguí sentado enfrente a ese reloj, creo que parar el tiempo no me iba a solucionar los problemas, que me vinieran después de pararlo, y tampoco soy quien para parar, el tiempo de las vidas que me han rodeado.
El arrepentimiento no se soluciona, parando el tiempo, nos ayuda a que el tiempo que nos toca seguir viviendo, intentemos vivirlo mejor, con las personas que lo compartimos.
Rafael