sábado, 8 de diciembre de 2012

Mi manera de ver el Fisbuk 8




Continuando con esta saga por llamarla de alguna manera. Esta va dirigida a un grupo del cual soy administrador.

 El grupo en cuestión se llama La Corrala, no es un grupo cualquiera, más que un grupo somos una pequeña familia, mejor dicho una gran familia. La idea del grupo fue mía, y con la ayuda de mi buena amiga Marian que también es administradora, fuimos agregando amigos. En principio queríamos intentar  que fuera una puerta abierta a ideas para encontrar trabajo y ayudarnos unos a otros a sobre llevar la mala época que nos está tocando vivir. En él hay personas con unos corazones que no les caben en sus cuerpos. Para algunas personas ha llegado creo, a ser una adicción. Con este escrito quiero dar mi opinión sobre el peligro que tiene ser adicto a un grupo, se que a muchas personas estar en la Corrala les sirve casi de terapia a sus problemas casi psicológicos, pero tienen que ser conscientes de lo que es internet y una red social como el Fisbuk. En principio era un grupo abierto, pero llego una persona y nos dijo que al ser abierto se veían todos nuestros comentarios y algunos los copiaban en la red, yo personalmente no tenia problema en que fuera abierto, ya que haciendo y diciendo las cosas con respeto y honestidad, no me importa que se lea, ya que se que estamos en una red social. Al principio el grupo funcionaba bastante bien, pero de aquí a una parte, hay componentes en el, que por razones que no voy a entrar a valorar se lo han tomado como el coño de la Bernarda, y perdonar por la expresión, en la Corrala que yo sepa no hay psicólogos o por lo menos, no les aconsejo que si lo son, que lo digan. No es un grupo para sacar trapos sucios en el grupo, de las casas para dentro, hay que entender que puede haber gente que no les importe para nada y si para un momento que tenemos para  echar unas risas, nos encontramos con post poniéndose a parir entre dos o varias personas, la verdad que para eso no se formo el grupo. Yo con la edad que tengo que son 57 añitos de nada, nunca podía imaginar lo que estoy viviendo en el grupo, he llegado incluso a pensar en dejar el grupo, quizás me implico demasiado en las cosas que me gustan y que hago con toda la ilusión del mundo y la verdad que para eso no vale la pena ver las cosas que he visto, tampoco quiero que nadie se dé por aludido. También decir que me han pedido disculpas en sus momentos, cuando ha pasado algo así, y ese hecho dice mucho de las personas.

Amigas y amigos, se que todos necesitamos que en algunos momentos que pasamos malas rachas, necesitamos que alguien nos escuche, yo soy de los que se escuchar  y como soy como soy, incluso me meto en ciertos charcos que no tendría porque, pero bueno cada uno es como es, pero de ahí a estar todos los días como si estuviera metido en una telenovela, pues va a ser que no.

En las redes sociales no hay que confundir los tipos de amistades, yo no soy amigo de todas las personas que tengo agregadas como tales, por lo tanto no pretendamos meter en el saco a todas para contarles nuestros problemas y mucho menos que lo lean muchas personas.

También debemos ser conscientes de lo que se comenta y como se comenta, no sabemos  quién lo puede leer, dejemos la política, la religión para los grupos en los que se hable de ellos, pues he visto que por culpa de algunos comentarios la gente ha dejado de participar en el grupo y es una pena, pues hay gente que se explica muy bien, también decir que se, que hay gente que por no saber explicarse escribiendo o porque tiene faltas de ortografía no entra, a esas personar decirles que se animen a entrar y a quien no le guste ver faltas de ortografía que se vaya a sesiones de la Real Academia.

Nunca habíamos eliminado del grupo a nadie, pero de ahora en adelante y pensamos que por el bien del grupo, antes de eliminar a cualquiera que no siga unas formas de convivencia se le comunicara, por si quiere cambiar de actitud y con esto no quiero entrar en polémicas de normas para estar en el grupo.

Lo único que pretendemos es pasar buenos ratos y hacerlos pasar. Por si no lo sabíais a mí personalmente me han felicitado por el grupo, pues hemos hecho pasar  muy buenos ratos a gente que solo con leernos, se les olvidaba hasta tomar las pastillas para la depresión y creo que solo por eso vale la pena tener el grupo en pie y el que se encuentre incomodo en el, no hace falta que pida que le demos de baja, lo hace el y punto, no tiene porque saber nada de las personas que estamos en el.

Solo os pido que nos entendáis, que los administradores no somos culpables de cómo somos cada cual, que la vida real esta a vuestro alrededor, quitar un momento la mirada de la pantalla del ordenador y lo que veis, eso es la vida, esto puede ayudar a llevarla mejor, pero también a joderla y no os podéis imaginar de que manera, seamos conscientes de ello. Lo digo con conocimiento de causa, el no expresarse bien por aquí con referencia a alguien o no saber leerlo, puede incluso llegar a destrozar momentos de algunas vidas.

Esto es el Fisbuk y mi manera de verlo, quizás yo esté equivocado. Pero como en los anteriores textos sobre: Mi manera de ver el Fisbuk. No pienso cambiar ni una coma.

Solo esperar vuestras criticas, sean buenas o malas, de ellas seguro que aprenderé.

Y a esperar, quien se va y quien quiere entrar

Rafael Huertas

miércoles, 28 de noviembre de 2012

Os voy a contar una historia…



El destino hizo que dos personas se conocieran, en común no tenían muchas aficiones, quizás las más importantes fuesen que los dos eran como la vida les había enseñado, cada uno con la personalidad que la vida a través de sus caminares por ella les habían marcado. La razón de su amistad desde que se conocieron fue, ser ellos mismos. El primer abrazo que se dieron fue de los que se dan de verdad, de los que sientes muy adentro y tiras la llave a un pozo para que nunca se escape el abrazo de tus adentros y siempre lo recuerdes como un principio que perdurara. Con la compañía de unos cuantos cafés, unas cervezas, un paseo por un parque o un intercambio de comentarios sobre sus idas y venidas por la vida. Se hizo un apego entre los dos, que no hacían falta que se...
vieran delante de unos cafés o cervezas, simplemente con comentarios en la red ya sabían uno del otro como se encontraban anímicamente, desde que se conocieron no es que les tratase la vida de una manera buena, tuvieron que sortear problemas de todo tipo, de esos que marcan a cualquiera. Gracias al contacto casi a diario, y teniendo el apoyo el uno en el otro su amistad se fue fortaleciendo, aprendieron que la amistad te viene porque siendo como eres y dando lo que uno tiene sin esperar nada a cambio, puede llegar a ser una verdadera amistad en poco tiempo. El hecho de que uno necesite al otro simplemente para escucharle reír, quejarse o llorar, ya vale la pena luchar por esa amistad, sabiendo que el apoyo va a ser incondicional y sin esperar nada a cambio, al contrario, unas palabras de ánimo o que le digas que está equivocado, valen más, que un simple café o una cerveza. Ojala se dieran muchos mas casos como el de esta amistad, cuando la entregas y te la devuelven con más cariño, te das cuenta con el tiempo que los amigos verdaderos, ni se venden ni se compran, simplemente el destino te los coloca en tu camino y tú eliges. Creo que estos dos amigos, que el destino quiso que se cruzasen, su amistad morirá con ellos.

Rafael Huertas

jueves, 25 de octubre de 2012

Mi pequeño homenaje a las guerreras del pañuelo rosa en la cabeza



 

A esas princesas y reinas que son, madres, que son amadas, que son amigas, que son queridas.

A esas mujeres, que sacan fuerzas de donde no las hay.

A todas ellas que cuando se tienen que poner un pañuelo en la cabeza, lo hacen con una sonrisa, aunque lleven su sufrimiento por dentro.

A todas esas guerreras, que luchan contra una enfermedad llamada ´Cáncer de mama¨ y nunca se dan por vencidas.

Mis respetos, a todas aquellas que animan a las demás, a que se pueden ganar todas las batallas, contra él.

Mis ánimos, para que ellas sigan animando, a las personas que sufren, por verlas sufrir.

Nunca cambiéis y demostradle al mundo, que de todo se puede salir.

Que sepa el mundo entero que el ¨Cáncer de mama¨ no os cambia vuestros sentimientos.

Que la belleza la seguiréis llevando por igual por fuera que por dentro.

Mis ánimos a todas las mujeres, en su lucha contra el ¨Cáncer de mama¨.

 

Rafael Huertas

domingo, 14 de octubre de 2012

EL SENTIR DE LA VIDA




El sentir de la vida no es un sentimiento mas,
es el placer de tener necesidad de vivir.
No caer en el abismo de una soledad sin ninguna salida.
Sentir la necesidad del aliento fresco de los amaneceres.
Sentir el calor de una mano amiga que te guie por el camino sin errores.
Es sentir el calor de unos labios desnudos.
La necesidad de ayudar sin que nadie te lo pida.
Hacer del caer de las lágrimas, un lago de felicidad.
La necesidad de tener el apoyo de alguien, que te hirió en alguna batalla.
Es a veces tener el compromiso de perdonar, a quien nunca te perdonará.
El sentir de la vida es un largo camino, no perdamos la oportunidad que nos ofrece la vida de sentirlo.


Rafael huertas-10-10-2012

MEMORIAS DE UN VIEJO ARBOL


                  

 

La historia que os voy a contar, os puede parecer surrealista, eso pensé yo la primera vez que le escuché.

  Todo comenzó cuando, como uno de cada tantos días, cogí uno de mis libros y aproveché los rayos del sol para evadirme de la rutina cotidiana inmerso en la lectura, en mi vida eso se había convertido en un ritual. ¡Qué le voy a hacer! Soy, un loco soñador. Para esta ocasión, escogí un poemario de una poeta amiga mía.

  En invierno exprimía la calidez del sol junto al tronco de un viejo árbol, era mi respaldo favorito, que junto a la mullida hierba se convertían en mi trono particular, en verano me refugiaba bajo sus ramas escondiéndome del sol.

 

  Ese día, me sentía algo romántico, y puesto que le había prometido a mi amiga leerlo, me pareció oportuno ese tipo de lectura. Estaba absorto en un verso y me pareció escuchar un suspiro, no le di mayor importancia, entre los sonidos mundanos que se captaban alrededor podría ser cualquier cosa, continué entusiasmado leyendo aquel verso.

 

“¡Y llegaste tú, tengo el alma henchida orgullosa feliz.

Como imaginar que tú cual ángel soñado.

Pudieras dar vida ¡sí vida!”

 

  Cuando de pronto…, algo mojó la hoja, y me distrajo,

  — ¡Vaya! ¡Ya me ha meado un pájaro! ¡Maldita sea!

  De repente escuché una voz susurrante:

  — ¡No! mi querido amigo, no ha sido un pájaro, he sido yo que he derramado mis lágrimas ante tan bellos versos.

  Miré a todos lados y no se veía a nadie por allí, pero...

  — ¿De dónde sale esa voz? ¿Quien anda ahí? ¡Quien quiera que seas déjate ver! ¿A caso te estás burlando de mí?

  — ¡No! no me estoy burlando, soy el árbol.

  — ¡Uf! creo que ya empiezo a desvariar con tanta lectura.

  —Amigo mío créeme te estoy hablando yo, te lo mostraré moveré mis ramas.

  Me quedé atónito, en verdad era él, — ¿pero como...? —balbucee—. Cualquiera que me vea hablando con un árbol pensará que estoy loco.

_ ¡Nono! ¡Me niego! mi imaginación, ya ha llegado demasiado lejos…al final van a tener razón los que me dicen que acabare loco, como don quijote, viviendo en un mundo imaginario de batallas y glorias.

A partir de mañana, hare mas vida social, algo de deporte, algo de…

  —Tranquilízate, es real, _ me explico el árbol_ no intentes buscar sentido a este suceso. Solo déjate llevar, y escúchame. Nadie_ puede oírme_.

_No tuve más remedio que ceder ante la evidencia, _ ¡está bien!, le dije_ pero solo por curiosidad. Al fin y al cabo, si únicamente le escuchaba yo solo, no haría el ridículo.

  Me contó que no siempre fue un árbol, él vivió hace cientos de años en el reino de “Dratebil”, siendo el rey y señor de todo y de todos, y que por su maldad, pues odiaba la vida, cazaba por matar, destruía todo lo que se ponía en su camino, no respetaba la naturaleza; el hechicero le condenó por el tiempo de los tiempos a ser un árbol, y a observar a todas la criaturas de la tierra hasta que aprendiera a amarlas y respetarlas. Pero que solo conseguiría su libertad cuando solo un alma humilde y soñadora le consiguiera escuchar, solo así se rompería esa maldición, pues sería la señal que habría crecido y aprendido los valores morales y espirituales.

 

  Y así comenzó nuestra amistad:

 Un día tras otro, compartimos charlas e historias,  me contaba…

 

  —Mis ramas se recogen al atardecer, cuando veo los rayos desaparecer por el cielo de Madrid. A mis ramas recogidas vienen a revolotear, con dulces y pacificas peleas, los cientos de pájaros a los que sirvo de rebujo y posada. Hay a quien le sirvo de recogimiento para dar rienda suelta a sus pensamientos, a estos quizás les sirva como título a algún escrito: ¨ Él árbol de la vida¨, a otros en otoño, como posado para que sus pinceles bordeen mis hojas perennes, a otros, simplemente como sombra en los calurosos días de Verano.

 

  »En mis tiempos más jóvenes —me decía aquel viejo árbol—, las parejas coqueteaban de una manera diferente, ellos eran unos caballeros, cortejaban a las damas con mucha formalidad, ellas eran más pudorosas que ahora, pero el amor que fluye en ambos tiempos es el mismo, la pasión que se dan en esos momentos tan íntimos, bajo mi abrigo, nunca cambiara; sí que es verdad, querido amigo, que hoy tengo que volver mis ramas hacia el horizonte, el acto de amarse es mas frívolo, pero igual de maravilloso; siempre es y será el amor. 

 

  »En mi crecer, he visto batallas encarnizadas que me han hecho ver la cruda realidad de la maldad de algunos hombres por conseguir el poder, sin recabar en las vidas que destrozarían por su avaricia.

 

  »Indigentes, que vienen a mis alrededores a intentar pensar en qué fallaron en su largo, pero a la vez corto, caminar por la vida, a veces bajo la sombra de mis ramas alimentan mis raíces con sus lágrimas de desolación.

 

  »En frente a mi tronco, la parte que da como mirador hacia la ciudad, se encuentra un banco, en el cual se sientan, en las tardes de primavera, dos ancianos. Uno de ellos, el más bajo, lleva una boina sin capar, como tiene que ser, él es el más refunfuñón, nada más verle subir por el camino que da al banco, y la posición de inclinación de su boina, se que viene enfadado con su compañero de batallas, el otro es algo alto, cojea un poco por una operación de rodilla, según el, destrozada por un matasanos que le metió mano en su rodilla; hace tiempo que se conocen, y aunque sus batallas se repiten varias veces, todos los días, siempre sacan opiniones sobre ellas, la andadura y la sabiduría que pueden tener sus años bien podría ser escuela para muchos jóvenes.

 

  »También he visto crecer a muchos niños, desde sus primeros paseos en sus carros empujados por sus padres, hasta verles corretear teniendo sus primeros tropiezos en sus carreras, sin paso firme. Ver como la vida empuja el tiempo es algo que me apena en parte, yo aquí casi ya centenario, después de desperdiciar toda una vida como humano siendo inhumano.

 

  Así pase largas tardes, durante algún tiempo sentado sobre el mullido césped que rodeaba el tronco de aquel árbol centenario, con mi libro en mis manos y sin abrirlo en ninguna de las tardes que lo visitaba, historias me contó que algún día, me atreveré a plasmar con la escritura.

 

  Una tarde me encontré en la situación, que nunca se me hubiera pasado por la cabeza, fui al encuentro con mi amigo de tertulias, ya no estaba el sitio donde se erguía altanero y vigoroso, estaba vacío, una lágrima se me escapo, pero de felicidad, al fin había conseguido su libertad, su espíritu, ahora moraría, en un reino de amor.

Yo, se que jamás estoy solo, pues la esencia de sus raíces crecen en mí.

 

  Me enorgullece saber, que el cumplió su misión y que yo fui el loco soñador que le escucho. 

 

 
                     Rafael huertas y Nela Gómez

viernes, 12 de octubre de 2012

Mi manera de ver el Fisbuk 8



 

Este…, si os digo la verdad no sé cómo empezarlo, después de ver los últimos acontecimientos con el 7, casi tuve que buscarme un abogado…, claro está de oficio y compartirlo con un amigo, que sin escribirlo le cayeron una retahílas de privados, que ufff, muy bien escritos por cierto, pero que para lo único que sirvieron, fue y serán, recordados como los chistes de Jaimito. Porque unas risas, si nos echamos comentando las absurdeces y las criticas plasmadas en ellos, de quien mando los comentarios. Dejare de lado algo, que para mi quedo en anécdota, porque el escribir, sobre el Fisbuk da para siete Biblias. Sin menos preciar la escritura de dicho libro, sea ya de paso ¡Que luego pasa lo que pasa!

 Pero que todo sea por pasar un rato escribiendo que es lo que me gusta. Y si encima tengo amistades que les gusta leer a un aprendiz de escritor como yo. Pues adelante…, a disfrutar un rato escribiendo.

En el ultimo acabe escribiendo sobre los carteles de nuestro Fisbuk y digo nuestro, porque aunque no se pague por nuestra pequeña parcela llamada muro, es nuestro, pues ponemos con cierta libertad lo que nos da la gana y nos apetece, e incluso algunos y como yo, que lo tengo  en abierto, lo puede ver casi todo el mundo, solo nos falta poner la fecha en la que se nos acaba el mes, para seguir subsistiendo.

Hoy quiero volver a escribir sobre los cartelitos de destrucción masiva de amigos ¡Sii, habéis leído bien! ¡Carteles del Fisbuk de destrucción masiva de amigos! Son esos que todos sabemos, algunos los cuelgan sabiendo o pensando que la persona a los que van dirigidos, sabe que van contra él, desde luego puede que sea muy listo tu amigo, pero joder también lo pueden pensar tus otros amigos, entonces… ¿Qué? No sería más sencillo, cogerle en privado y decirle lo que no te gusta de él y no andar mamoneando, si mamoneando y posiblemente no harías que tus otras amistades no pensaran que eres un mamon.

También están de moda, los que se refieren a la política, aquí hay para todos los partidos y según quien gobierne así les caen. Aunque estos son más sencillos de hacer, lo único que hay que hacer, es cambiar las fotos de unas legislaturas a otras. Lo que no puedo entender sobre este tema, es que se pueda perder una amistad, me diréis que es difícil ser amigo de alguien que no conoces en persona, solo por intercambiar comentarios, pues porque no. Cuantos matrimonios hay que de novios se escribían antes por carta e incluso se han conocido por internet y han llegado a casarse. Estoy viendo últimamente, que por desgracia y quiero echar la culpa a la situación que tenemos, que hay amistades que incluso se están bloqueando por discusiones, sobre política. Durante todos los tiempos se ha discutido sobre política, pero creo que es una pena que se pierda una amistad o llamémoslo un contacto, de una red social que supuestamente, yo por lo menos lo tomo así, es para pasar ratos de ocio en buena compañía y echarse unas risas, de verdad a esas personas, les pido que recapaciten y no hagan de esto unos ratos desagradables, que hablando sabemos todos que es más fácil entendernos, pero si no tenemos la voz intentemos hacerlo a través de la escritura y siempre cabe la posibilidad de darse el número de teléfono. Y como dice el refrán: ¨No hay palabra mal dicha si no mal interpretada¨ Y cada cual que tenga las tendencias y gustos sobre política que quiera, y ante todo el respeto y la educación ¡Si es queee! Que si uno enciende el ordenador para pasar un rato, de ocio y agradable ¡Joder que sea para eso!

Otra moda, lo toques, uffffff  y no hay manera, de que no te lleguen y lo bueno de todo, es que la mayoría, no sabemos o tampoco nos preocupa mucho para que valen, es como cuando llaman al timbre de casa, abres y no hay nadie, porque han echado a correr. Aunque hay otrooooooooos, que si que están en la puerta, creo que querrán decir, que están aburridos o que les duele la cabeza y como nadie les hacen caso, pues ala, a que les salga a los demás la ventanita ¨Fulanito te ha dado un toque¨ Que me diréis…, pues no se devuelven y punto. Pero claro si a mí me joden, pues a joder yo también, o sea… que al final tanto joder, para nada. Vamos…, que ni una pizca de apetencia sexual, te entran con los toques de la jodienda.

Lo bueno que tiene la red social Fisbuk, son la cantidad de grupos que te encuentras, si te das una vuelta, claro está le tienes que dar al dichoso ¨Me gusta¨ para saber lo que te vas a encontrar dentro, o que te inviten a él,  menos mal que entras con invitación, que si hubiera que pagar, en los grupos solo estaría el administrador o administradores, eso lo tengo muy claro, aunque la verdad también hay gente que pide entrar. Algunos son como tribus, menos mal que de momento, no se ha leído nada de batallas entre grupos, porque como hubiera alguno que le diera al canibalismo, el hambre sus miembros se lo tendrían que quitar comiendo sopas de letras.

Los hay también que se…, hermanan ¡Si que se hermanan! ¿O pasa algo? Que si no os gusta la definición, me da igual… ¡Porque espero que sigan hermanados, por mucho tiempo! Conozco dos, hoy en día.

No hace mucho también había dos hermanados, pero eso es otra historia. De eso dos a los que he hecho referencia, solo queda uno, siempre y cuando los psicólogos y loqueros lo  permitan.

 Y ahora viene lo bueno…, poner los nombres, y se a lo que me arriesgo, de momento escribiendo, estoy con las entrepiernas apretadas…, y de vez en cuando levanto los brazos, por si cae alguna mano, contra la nuca ( llamado pescozón) o (guantazo) si es contra la cara ¡Ahí van!…

-Comando de Literatura y música- Un grupo creado, no hace mucho, donde se pueden leer todo tipo de escrituras, colgar textos e incluso escucharlos narrados y como no música, porque tiene su propia radio, en la cual puedes escuchar narraciones de escritos de todo tipo y buena música, como en todos los grupos a los que me refiero, la gente que anda por él, extraordinaria. Aunque hubo una estampida (no de animales, no quiero faltar el respeto a nadie) y no porque se fueran muchos, porque creo que fue solo una persona, es por la polvareda que levanto, lo bueno de todo es que dio pie para hacer un programa interesante, sobre los derechos de autor y con buena música, quedo el grupo limpio de polvo y paja.

-La Corrala- Ufff, jajajajaja permitirme que me ría, pero es que no se cómo empezar a describirlo,  llevara como…, cerca de un año más o menos.

Yo en el, entro poco, ejem ejem.

 Os puedo asegurar, que la mejor gente de todos los grupos y de todas las redes sociales, os las podéis encontrar en él: Brujas…, pero brujas de verdad. Tenemos enfermeras…, por lo menos eso dicen. Amas de casa…, esto si me lo creo, por los comentarios que se traen entre ellas…, que si hasta el moño de la plancha, que si no se qué hacer de comer hoy, etc, etc. Los que entran con una mala leche, porque hay mañanas que pillan atascos. Las y los madrugadores que despiertan a la peña, que parece que tienen complejo de despertadores. También por desgracia, gente sin trabajo y pasándolas canutas, vamos gente normal. Eso si, siempre con la sonrisa puesta. En fin, gente para todo…, y digo para TODO, con mayúsculas.

Porque es decir…, tengo un problema, y os puedo asegurar, que siempre, siempre abra alguien que te escuche. Y tendrás a alguien, para hablar o bien por privado o a través de los comentarios, para lo que se necesite. Algunos diréis, ni que fuera una ONG la Corrala, pues ¡NO! Es mucho mas, es un grupo de amigas y amigos, con sus inquietudes, con sus diferencias religiosas y políticas, con ganas de pasar buenos ratos etc., etc.… Y más de una y uno, con su farmacia en la mesilla. Joder, si es que somos vecinos de una Corrala y aunque hayas sus peleas por ver quién limpia el patio, después de las fiestukis, con los buenos días de cualquiera de sus miembros se queda limpio.

Que más os puedo decir de estos, dos maravillosos grupos hermanados.

 Ahhhhh, se me olvidaba, que la Corrala, también tiene su radio, siiii, un día el administrador, se lo comento a la administradora…, oye que te parece si hiciera yo, una radio para la Corrala, tú mismo…, le contesto.

Tanto la radio de Comando Literatura, como la de la Corrala, son radios independientes, aunque emiten para los dos grupos en especial y para otros grupos de amigos comunes.

Y ahí le tenéis, al loco más loco de toda la Corrala, Rafael Huertas, intentando hacer lo mejor que puede, radio. Porque hay que estar loco… sin tener ni idea de, lo que es un micro, se tiro a la aventura como otro Indiana Jone. Pobre de él, si le escuchara Matías Prats. D.P.

Siempre intentando poner sonrisas siempre que su tiempo se lo permite, a sus corraleros. Algunos dirán…, lo que es, es un payaso, pues si…, un payaso feliz, de estar en este grupo y haberlo creado con una mujer, que se deja mucho del tiempo que no tiene, en que el grupo siga funcionando.

Y con este ¨Mi manera de ver el Fisbuk 8¨ este Indiana Jones de la radio, que soy yo, he querido dar mi pequeño y humilde homenaje, a las personas que componen estos dos grupos, de los cuales me siento orgulloso de pertenecer a la administración de los dos. Y esperar, que sigamos siendo amigos, conocidos, colegas, o como vosotros queráis que seamos y sigamos siéndolo por mucho tiempo. Y que el buen rollo, las risas y sonrisas nunca falten.

Gracias a todas y todos.

 

P.D: No esperéis disculpas

Y que os animéis a escribir, en los muros.

Rafael Huertas

lunes, 8 de octubre de 2012

La vida no cambia, cambian los tiempos


La vida no cambia, cambian los tiempos

Como cambian los tiempos, por ejemplo…  te ibas de viaje y aparte de las maletas normales, llevabas como no, tu música para las ocho horas de viaje, aunque fueras a Valencia. Llevabas un maletín con los ciento y picos casetes, ahh y el boli Bic, para rebobinar, por si el radiocasete del coche te enganchaba alguna cinta y ahora…, una pendrive, que te ocupa menos que un mechero y encima, llevas diversión casi en 3D para los acompañantes, que no van pendientes de los radares. Antes los niños cada setenta y cinco kilómetros, tenían que hacer pis y ahora gracias a la tecnología ¿Qué pasa que los niños de ahora no mean tanto? Pues sí, pero les metes la saga completa de Walt Disney y las vejigas parece ser que se les cierran ¡Como cambian los tiempos!

Y hablando de niños, hasta para ellos ha cambiado los tiempos, os habéis fijado en los carros para bebes ¡Joder hay algunos que parecen monovolúmenes! Que hay calles, creo yo, que las han hecho de una sola dirección, para que puedan circular sin problemas. Vosotros fijaros, unos padres entran al centro comercial, llevan el carro del bebe y el carro de la compra, a la hora de pasar por caja, el carro de la compra hasta arriba y los ves que salen sin el carro de la compra y no porque les lleven la compra a casa, no. Llevan la compra en un maletero que lleva el carro del bebe, si, que el bebe va en brazos vale, pero joder que el carro del bebe lleva ciento y pico eurazos de compra, creo que los hay hasta 4x4 y con amortiguación depende para el tipo de aceras, estos los normales. Y qué decir de los carros para gemelos o trillizos, imagino que para esos se necesitara permisos especiales, para poder circular por calles peatonales. Eso sí, son más difíciles de abrir y cerrar, que montar los muebles del Ikea

Y del Ikea ¿Qué? Uffff, antes de pequeño te castigaban sin salir a la calle, ahora el castigo es que te digan, tenemos que ir al ikea y claro encima un Sábado por la tarde, lo de los atascos del primer Lunes de primero de mes, es un paseo en coche, joder, que como vayas por primera vez al Ikea, acabas como los zombis, yo creo que los diseñadores son los mismos que los de los laberintos, vamos que vas a ver muebles y cuando sales ni te acuerdas de lo que has visto, eso sí, te llevas un puñado de mini lapiceros que luego no los usas, pero como son gratis

Menos mal que todavía quedan cosas, que con el tiempo no han cambiado. Bueno si los Minis, si esa marca de coches, ahora son más grandes y los minis de bebidas, menos mal que estos últimos son para mejor ¿O me vais a decir que no? Antes ibas a un bar pedias un corto de cerveza y el vaso te lo ponían por la mitad. Supuestamente, corto y mini debería ser parecido. Pues por el bien, en este caso de los bebedores, los parecidos no son iguales

Antes ibas por la calle, te cruzabas con un amigo, y después del saludo. Pues lo normal ¿Qué tal la familia? ¿Qué tal el trabajo? De esto último, mejor no comentar. Algún cotilleo que otro. Y ahora, en cuanto le saludas, la primera frase con la que te salta es ¨Me gusta¨ Y después de hacerle cualquier comentario, tu. Te contesta el…, con tu permiso ¨lo copio¨ ¡Joder! Si que ¡Cambian los tiempos! O te saca el móvil y se te pone a buscar un cartelito de las redes sociales, que le venga bien a la conversación, conversación por decir algo. Vamos que parece que estas delante del ordenador y si llevas una camiseta puesta, con algunas letras, al tío solo le falta ponerse a teclear en tu pecho, para decirte algo.

Os imagináis…, os para la guardia civil de tráfico y el agente te dice… Iba usted a 140 kmh y tu le contestas… ¨Me gusta¨ Te entrega la consiguiente multa, tu sacas el móvil, la haces una foto y le dices al agente… Con su permiso la comparto y ¿Si quiere le etiqueto también a usted? en la foto ¡Hasta donde vamos a llegar! Con tanto cambio de los tiempos.

Antes ibas de compras, te acercabas a caja, sacabas la cartera y billete tras billete pagabas. Ahora sacas tu tarjeta, la pasan por la maquinita que lee la banda magnética y te restan de la cuenta unos números, que bueno…, no sabe tan mal como pagar con dinero, como solo has pagado con una resta de números… Hasta ahí, más o menos todo normal en estos tiempos. Pero el otro día, hice unas compras y aparte de pasar la tarjeta por la dichosa maquinita que solo sabe restar números de tu cuenta, me dice la señorita…, por favor si es tan amble puede firmar aquí, la firma no era con un bolígrafo normal, sobre el papel que escupía la máquina de las resta de números, era sobre una pantalla de esas electrónicas. La costumbre de cuando uno era pequeño, en vez de echarle vaho por si no escribía, pues la inercia joder… Saque la lengua y con la punta lo chupe ¡Joder me pego un latigazo en la lengua!  Que me pase toda la tarde hablando como los gangosos. Digo yo que sería porque estaba en rebajas lo que compre, que si no me veo rodeado de los del 112, con quemaduras internas de tercer grado ¡Joder con la tecnología!

La verdad que los tiempos, tampoco han cambiado tanto en algunas cosas, por ejemplo…

El look de algunas cantantes, un ejemplo… Lady Gaga, su look no lo ha inventado ella, lo invento nuestra ¨Martirio¨ ella solo lo ha evolucionado con el tiempo.

En los atascos, por muchos adelantos y tecnología que tienen los coches ahora, si observáis un poco a los demás conductores, seguimos haciendo lo mismo, bueno lo mismo no, porque lo de los manos libres, bueno sigue igual, depende si vas a acompañado o no ( mejor no doy explicaciones) jajajaja. Las chicas y no tan chicas, se siguen pincelando frente al espejo del para sol, los mocos depende de cómo estén de enganchados, puedes disimular más o menos y según como se mueva el coche, juegas adivinar la emisora que llevan puesta y si sueltan una sonrisa y tu también sonríes, es porque hay fusión de emisoras en el atasco, luego están los limpios, que se dedican a darle una pasada con la bayeta al salpicadero, lo malo es cuando la sacuden por la ventanilla, depende de la polvareda que suelta la bayeta ,se puede saber la cantidad de fines de semana, que lleva ese pobre coche sin aparecer por el lavadero. Como veréis no todo cambia con el tiempo.

Lo único que espero, es que a mí no me cambien mucho el tiempo, aunque joder ¡Como cambian de cantidad los achaques con el tiempo!

Rafael Huetas

domingo, 7 de octubre de 2012

Noches tenebrosas



 

Noches tenebrosas, que escondéis las oscuras sombras bajo la Luna rota

Noches de tinieblas, donde vagan sin destino las almas perdidas, con llantos de sangre sin color

Bajo tus noches, las raíces muertas de los arboles sin hojas, yacen el odio y la maldad

Las criaturas del mal, son vuestras compañeras en las largas noches sin vida

Ellas son, las que velan vuestro reinado sin reino, bajo la luz de la Luna rota

El desamor, es vuestra fuente de vida para no tener vida

Noches tenebrosas, novias de la muerte

Nunca moriréis, porque no tenéis vida

Nunca tendréis envidia al sol, porque nunca lo conoceréis

Odiáis al arco iris, porque no luce vuestro color negro

Los aullidos de los lobos y el aleteo de los murciélagos son vuestras sinfonías, con coros de los graznidos de los cuervos

Noches tenebrosas, que con vuestra Luna rota, hacéis brillar los bailes de los muertos en sus tumbas

El miedo es vuestro aliado en las batallas, contra los que gozan de vida

La muerte es la novia, a la que siempre quisiste acompañar a la puerta de un altar

Noches tenebrosas, noches de tinieblas, noches sin piedad, noches de vidas muertas, no me dais miedo al pasear bajo la tenue luz, de vuestra  Luna rota.

 

Rafael Huertas

lunes, 24 de septiembre de 2012

El desván del abuelo-Llegaron las doce de la noche



 

 

El tiempo desde que degustamos la rica tarta de la abuela, hasta el momento de subir a la tercera planta de la casa de los abuelos, fue no quitar ojo al reloj de cuco que tenia la abuela colgado en la pared del salón, acabamos de cenar a las diez y el cuco se hacía de rogar para salir por la ventanita del reloj, yo ya pensaba en que abría que llamar al veterinario por si al cuco le había pasado algo.

El abuelo, nada más acabar la cena, se sentó en su sillón orejero, le acerque su café bien cargado, el cual dejaba un olor en toda la casa a café colombiano bien tostado,  la lámpara  tenía una pequeña repisa, la típica lámpara de lectura. No le quitaba ojo, cada vez que hacia un movimiento, me entraba un cosquilleo por la tripa, pensando en que había llegado la hora y se iba a levantar para decirme. ¡Acompáñame al desván! Después de no sé cuantos minutos eternos, por fin salió el cuco a cantar su “CUCU” de las medias horas, eran las once y media de la noche y vi como el abuelo Lucas inclinaba mucho su cabeza hacia atrás para tomar el café, era un signo evidente de que era el último sorbo de ese café colombiano.

¡Por fin!... Se levanto lentamente apoyando sus manos sobre los reposabrazos del viejo sillón orejero y soltó la frase que estuve esperando durante toda la noche.

-¿Me quieres acompañar al desván, Ivan? (Perdonar mi despiste, por no haberme presentado antes)

-Por supuesto que si abuelo…, le conteste.

-Disfrutar de la noche…, nos comento la abuela con una sonrisa y unas lagrimillas que se hacían esperar a resbalar por sus mejillas arrugadas.

Subimos las escaleras, yo detrás suyo y al igual que la espera en el salón, me parecía que estuviésemos subiendo las escaleras de un rascacielos. Los nervios ya no solo se quedaron en la tripa, me temblaban hasta las piernas.

Saco su llavero y en un apartado de cuero saco la llave de su desván. Abrió la puerta, encendió la luz. El desván era toda la parte de arriba de la casa. En un lateral debajo, de un gran ventanal, tenía una mesa de trabajo, con infinidad de herramientas para trabajar manualidades.  El desván era grande pues tenía la misma cantidad de metros cuadrados que la planta de la casa, todo ello ocupado con una gran base de tableros, en los cuales tenía montado el abuelo una maqueta de una ciudad, pero ahí no quedaba lo que tenia montado, tenía un entramado de poleas con las cuales bajaba a su antojo otras maquetas de diferentes tipos, uffff nunca podía imaginar que el abuelo tuviera montado esto en el desván. No le faltaba detalle, personas paseando, su ferrocarril, sus calles, arboles, etc, etc…, incluso en algunos de los edificios, se podía ver en el interior a sus habitantes. No sabía a dónde mirar, era como entrar en un mundo casi real.

-¿Qué te parece? Ivan.

-Abuelo es impresionante lo que tienes montado aquí. La cantidad de tiempo que te abra llevado montar esto.

- Y todavía no has visto lo mejor, mira detrás de la puerta, veras que hay un interruptor, mas grande que los demás, faltan dos minutos para que den las doce y te hagas mayor, cuando yo te diga cierra los ojos y sube el interruptor, cuando lo hayas subido te podrás dar la vuelta y abrir los ojos.

Me acerque a donde estaba el cuadro de la luz, espere a que el abuelo me dijera cuando lo tenía que subir, el apago la luz.

-Ya son ya las doce, súbelo.

Así lo hice, con mis manos sudorosas lo subí y me volví.

Wuuuuauuuu, no podía creer lo que estaba viendo, no sé de donde pudo salir, pero empezó aparecer un sol por unas de las paredes, en lo que iba cogiendo altura, la maqueta con todos sus personajes empezaron a tomar vida, si vida. Incluso hablaban entre ellos, no podía creer lo que estaba sucediendo, era real, era… como… no sabría como describirlo, era una ciudad en miniatura con vida real. No cabía en mi tal sorpresa, eso no podía estar pasando, las personas caminaban, entraban y salían de la estación del ferrocarril, los coches se paraban ante los semáforos en rojo, para que pasaran las personas por los pasos cebras, ufff.

-Abuelo ¿qué es lo que está pasando? ¿Estoy en un sueño? ¿O es realidad lo que estoy viendo?

-Es realidad todo lo que estás viendo y viviendo.

- Y las demás maquetas que cuelgan del techo, les pasa lo mismo…, le pregunte.

-Sí, lo mismo ¿quieres ver las otras?

-Si, por favor.

-Tendrás que hacer lo mismo que antes, ya no hace falta esperar a que den las doce, ya eres mayor de edad, al lado del interruptor que has subido, hay otros que hacen que bajen las otras, ya te pondré unas notas al lado para que sepas cual es cada unos de ellos y a que maqueta pertenecen.

Elegí uno al azar, de pronto se paro todo el movimiento que había en la de la ciudad.

Bajo una que era de la época medieval, tenía su castillo, su gran bosque, su mercadillo dentro del castillo y al igual que en la ciudad sus personajes empezaron a tomar vida, hasta los caballeros y sus caballos trotaban por el bosque, pegadas a la pared, unas grandes montañas, pero un momento, esto ya era cosa de sueños… de una de las cuevas de las montañas salió un dragón, ¡Si, un dragón! de los que vuelan y echando fuego por su boca, era impresionante…, no tenia palabras, me quede paralizado al ver como sobrevolaba la maqueta.

-¡Abuelo eres un genio! ¿Cómo has podido hacer esto?

Su única contestación fueron unas carcajadas jajaja.

-Me dejas que pruebe con otras…, le pregunte.

-Claro que si, son mías, de tu padre y desde esta noche tuyas.

Volví a repetir la operación que con las otras.

En esta ocasión, bajo una maqueta, toda ella era un gran bosque encantado, tenía sus cascadas, su rio con aguas cristalinas recorriendo toda la maqueta, el sonido de las aguas era tan real, como su agua, tímidamente se asomaban algunos animales como pajarillos echando a revolotear  por el desván, su aldea con sus campesinos e incluso unas cuantas hadas volando y echando sus polvillos mágicos iluminando todo el bosque y entre los árboles se veían los movimientos correteando de algunos duendes, e incluso hubo un momento que callo no sé de donde, una fina lluvia sobre la maqueta y dando lugar a que apareciese un arco iris, que iba de una esquina a la otra del gran desván. Esto era algo increíble, algo inimaginable para contar.

No sé el tiempo que pasaría desde que subimos, hasta que hice aparecer las maquetas, desde luego creo que el reloj se debió parar no se por cuánto tiempo.

-Creo que por hoy, está bien. Ivan puedes subir las noches que quieras, las tienes a tu disposición toda tu vida, pero solo tienes que prometerme, al igual que yo lo hice con mi padre lo hizo con su abuelo, tu padre conmigo y ahora lo harás tú conmigo y cuando veas a tu padre lo harás con él. Que hasta que tu primogénito, no cumpla los dieciséis años no le desvelaras el secreto en este caso del desván, nuestros antepasados las tenían escondidas bajo llave, en graneros, cobertizos, etc, etc…, es un tesoro que guardamos desde hace cientos de años. Y no preguntes por qué ocurre, porque nadie ha sabido nunca el porqué. Lo único que tienes que hacer, es cuidarlas como cuidas tu vida y a la gente que te rodea, con amor y humildad y así podrás crear tus propias maquetas con vida, de ellas sacaras infinidad de historias para contar a tus nietos. Tu llave del desván la encontraras, en el último pedazo de la tarta de la abuela.

Baje las escaleras, saltando los escalones de tres en tres, nada más llegar al salón ahí estaba la abuela sentada, dormida en el sofá con su manta echada sobre sus piernas.

 Intentando no hacer ruido, para no despertarla, me dirigí hacia la puerta de la cocina, cuando de pronto escuche…, a la abuela decir:

-El ultimo trozo de tarta, te lo he guardado con un vaso de leche, lo tienes sobre la mesa tapado con una servilleta para que los glotones de los insectos, no se vayan atragantar con tu llave. Tómatelo y a la cama, que la noche me parece que se te va hacer muy corta.

-Gracias abuela, me lo subo a mi habitación y buenas noches.

Mientras, el abuelo seguía en su desván, a saber en qué maqueta estaría trabajando para darla vida.

 

Rafael Huertas

domingo, 23 de septiembre de 2012

El desván del abuelo




 

Un hombre con el pelo todo blanco, de tez curtida por el paso de los años, manos anchas y grandes, con dedos largos, capaces de desmontar un reloj, volverlo a montar y que el tiempo transcurrido en desmontarlo y montarlo, no surgiera efecto en el tiempo, sabiduría sobre la vida y caudales de imaginación por sus venas ese era el abuelo Lucas.

Un abuelo como cualquier otro o casi me atrevo a decir, como el que todos queremos o quisimos tener. El tenia algo especial aparte del cariño que daba, se dejaba querer con sus rarezas por culpa de su edad.

Los veranos que pase con él y con la abuela, en la casa de campo donde tenía su retiro fueron de los mejores de mi vida, con el aprendí amar a la naturaleza, nuestros largos paseos por el bosque, hacían que fuéramos los protagonistas de infinidad de historias, las cuales él era el narrador.

Recuerdo que mi abuela, después de cada paseo, nos esperaba su bronca correspondiente, por la tardanza en ellos, las comidas siempre nos las comíamos recalentadas, a él y a mí no nos importaba, ya que, como cada comida de las abuelas por muy recalentadas o frías que estén siempre están riquísimas.

Como cada verano, mi abuelo tenía sus momentos  para él solo, esos momentos eran en la noche después de cenar, se subía a su desván y bajo llave se encerraba allí hasta alta horas de la noche. Por más que quise saber lo que hacía o escondía en el, nunca me lo llego a decir. Su contestación era siempre la misma.

-Lo que hago en el desván es cosa para mayores. Cuando seas mayor te lo enseñare.

-Y la abuela porque no sabe lo que tienes en el desván, le pregunte. Ella es mayor…

-Tu abuela y yo, hicimos un pacto cuando nos vinimos a vivir aquí, cada uno escogió su espacio, tu abuela escogió el jardín y yo el desván. Ella cuida de su espacio y yo hago lo propio con el mío.

Mi abuelo, no contaba que ese año aunque yo seguía teniendo, las mismas ganas de mis paseos con él, de escuchar sus maravillosas historias, ese año yo cumpliría estando en su compañía la mayoría de edad, según él, fue mayor con 16 años y mirar por donde ese verano los cumpliría yo. El creo que no se acordaba de ese acontecimiento.

El misterio del desván, pocas veces me quito el sueño, pues nunca me quito su tiempo conmigo por estar en el. Imagine siempre que haría manualidades o algo sobre restauración, más que nada por los materiales que siempre subía a primera hora de la mañana, cuando venía del pueblo, ya que la casa estaba retirada de él.

Llego el día antes de mi cumpleaños. Unos días antes mi abuela y yo, acordamos en no comentar nada al respecto, queríamos comprobar cómo andaba el abuelo de memoria.

Como todos los días salimos a dar nuestro paseo por los alrededores, me extraño mucho que no comenzase a contarme ninguna historia y os puedo asegurar, que nunca se repitió en ninguna en los años que veranee con él.

Nos sentamos a descansar, en nuestro sitio preferido. Era en un alto desde el cual se veía, la casa de los abuelos y se divisaba a lo lejos el pueblo. Era el lugar donde más interesante se ponían sus historias, pero ese día ¿no sé por qué?  No hubo ninguna, es mas era el primer día que apoyaba su palo de paseo, más de lo normal, no le di mucha importancia, pues estaba bastante entrado en años, aunque con una salud bastante buena para sus años.

Le pregunte si estaba cansado…

-No,  cansado no estoy, lo que pasa que mañana me harás un año más viejo también a mi… Me contesto con una sonrisa.

Me hizo sacar una sonrisa. Y le pregunte ¿que porque no me había contado ninguna historia, en el camino?

-Porque a partir de esta noche, darás vida a algunas de las historias que te he contado.

-¿Cómo que daré vida algunas de tus historias?

-No preguntes y no te impacientes, que la paciencia es una virtud que no tenemos que perder en la vida. Esta noche te enseñare el desván.

Regresamos a casa, fue uno de los pocos días, que tuvimos que esperar a que la abuela acabase la comida. Hasta ella se extrañó…

-¿Estáis algunos de los dos enfermemos?

-No abuela. Esta noche el abuelo me dará su regalo y me enseñara el desván.

-Entonces, si hay un enfermo, tu abuelo.

-No mujer, como mañana será su cumpleaños y cumple los 16 le quiero hacer su regalo de cumpleaños, esta noche nada mas den las 12 de la noche…, le contesto el abuelo.

Nada mas comer, se me empezaron hacer las horas más eternas de mi vida ¿que podía ser el regalo que me tenía guardado el abuelo en el desván?

Vi al abuelo que salió de casa y se dirigió hacia el garaje, como su sombra me acerque a él.

- ¿abuelo me dejas que te acompañe?

-si como no

Se acerco a la Vespino que tenia de mi padre, la destapo…

-Vamos a ver si somos capaces de arrancarla, me comento.

-Pero abuelo, mis padre no vendrá hasta navidades.

-Ya, pero aquí parada no hace nada.

-¿Abuelo no serás capaz de montar en ella? tu ya no estás para montar en moto.

-¡Como que no! Será porque no quiera. Pero no la quiero arrancar para montar yo, es para que te vayas a dar una vuelta, estoy viendo que te va a dar algo hasta que den las doce. Así te podrás acercar al pueblo y distraerte hasta la hora de la cena. Nos pusimos manos a la obra, le llevo un rato a mi abuelo, pero al final ¡Lo conseguimos! La vespino sonaba, como un violín recién afinado.

-Abuelo eres genial, di a la abuela que llegare antes de que este la cena en la mesa.

Me di una vuelta por el pueblo, montado en la Vespino de mi padre, era todo un orgullo para mí, fue él quien me enseño a montar en ella, después de echarle unos litros de gasolina no tarde en llamarle, para contarle que el abuelo la había arrancado para mí y contarle, que el abuelo me enseñaría el desván. El si había subido al desván, pero le hizo una promesa al abuelo, de que nunca diría a nadie lo que en él había. Después de mucho insistir, esa tarde, tampoco me desvelo lo que había.

Llego la hora de volver a casa de los abuelos. El sol empezaba a buscar regazo entre las montañas,  para dejar el paso al brillo de las estrellas. Cenamos los tres como cualquier noche cualquiera, bueno como cualquier otra no, ni para mí ni para el abuelo, sus ojos delataban  que también iba a ser especial para él, yo era su único nieto y según el mayor de edad, me iba a enseñar su tesoro” el desván” Después de compartirlo con mi padre, le llego la hora de hacerlo con su nieto. Como seria las ganas que teníamos los dos, de que dieran las doce, que durante la cena, la abuela nos comento…

-O cenáis masticando la comida en vez de engullirla, o no abra postre especial para ninguno de los dos. El tiempo no se va a retrasar, cuando tengan que ser las doce, serán.

-No niña (así era como llamaba mi abuelo a mi abuela, su nombre era Enriqueta) no nos dejes sin probar la tarta de manzana con nueces, por favor. Si tenemos que subir al desván a las doce y cinco, subiremos  a esa hora o unos minutos más tarde…, comento el abuelo.

-Se, que se lo tienes que enseñar antes de que den las doce, pero todavía hay tiempo…, comento la abuela.

Creo que la abuela, sabía algo sobre lo que el abuelo tenía en su espacio ¿que podía tener el abuelo?  Nunca en estos años imagine que podía ser.

Continuara…

sábado, 15 de septiembre de 2012

A MI HIJO CARLOS




Quiero deshacer el camino y emprender de nuevo el vuelo, sentirme como gaviota trazando en el aire un sueño. Borrar fantasmas que hubo, pesadillas y recuerdos.
Hacer un nido en el mar con la espuma,  con lo inmenso y cogerte en mis brazos hijo, navegar lejos muy lejos donde no haya niños sordos, ni deformados, ni ciegos, solo las olas del mar que acaricien nuestros cuerpos. Apretar tus manos pequeñitas, tu pecho junto a mi pecho para sentirme gaviota trazando en el aire un sueño.
Tu cara no será bonita dicen los que están ciegos, ellos no podrán ver nunca la belleza que llevas dentro,  la inocencia de tu alma, la ternura que yo llevo. Lo que me das día a día comprenderán con el tiempo cuando conozcan tu alma sin mirar solo tu cuerpo, Solo así seré gaviota cuando vean que no sueño.

 

Obdulia Fernandez

martes, 11 de septiembre de 2012

Desaprender



Llegamos a un momento en la vida, que creemos que lo sabemos casi todo, sabemos o intentamos resolver los problemas del día a día, los problemas amorosos, del trabajo ,resolver los problemas de los demás. Creíamos que la vida seria mas fácil aprendiendo. Y así, aprendimos año tras año ,hasta llegar hacernos adultos y creyendo que lo hemos aprendido todo, o casi todo en la vida. Que bonito y bueno era aprender.
El otro día, en cierta ciudad, a la entrada de un Parque. Vi en fila de a uno a unos críos, en edad escolar, de unos 4 o 5 añitos, todos agarrados de la mano en fila, iban tan contentos, todos con ropa de primavera verano, nada que les atase, solo la mano de la compañera o compañero, seguro que iban aprender como nacía la vida en ese parque, ya que es temporada, de que la vida nazca en esta estación, iban sin preocupaciones de ninguna clase, nadie regañaba con nadie, sin prisas porque acabase el día, era día de diversión y de aprender de la vida ,en este caso de la naturaleza.
Me quede pensando, que a veces me gustaría aprender, a como desaprender en la vida. Y volver a disfrutar de los años que viví aprendiendo. Lo peor de todo, es que los seres humanos nunca dejamos de aprender. Y nunca aprenderemos a desaprender.

Rafael Huertas

martes, 31 de julio de 2012

Un viaje con destino




 Me toco en el vagón trasero del convoy, íbamos unos diez pasajeros en el. Por circunstancias era un viaje de los que se llaman relámpago, hacia muchísimos años que no viajaba en tren. Mi único equipaje era, una mochila pequeña tipo bandolera, la cartera, un paquete de tabaco liado, mechero y como no, el móvil, cargador de red pues me entere de que podía ir cargando el móvil y cargador de coche, pues mi vuelta seria en coche. Después de observar disimuladamente a mis compañeros de viaje, hice mis comentarios internos sobre ellos, los que iban acompañados charlando sobre sus temas, los demás cada uno a lo nuestro, menos una mujer que pasado diez minutos de viaje se quedo dormida y no se despertó hasta dos paradas antes de llegar al final del destino. Empecé saludando a mis amigos de las redes sociales, era una buena manera de ir entretenido, y con alguno conversando a través de whatsapp.

El poco traqueteo, me hizo tener la necesidad de cerrar los ojos, me hizo recostarme contra la ventanilla, mirando el paisaje, llego un momento que vi a lo lejos unas siluetas, una de ellas delgada subida sobre un corcel, la otra gruesa y sobre un asno. Por momentos no sabía, si era la relajación de los movimientos del tren o que me quería olvidar lo que podría durar el viaje y de los problemas acumulados en los últimos días. Creo que llego un momento en el que me quede traspuesto o dormido, pues con una voz no muy agradable para el estado en el que yo me encontraba, escuche:

-Por favor, perdone me enseña el billete.

Era el revisor, levante la mirada… saque el billete, se lo entregue y claro esta se quedo con parte del IVA pagado por él. Sin pensar en apenas en su familia, volví a recostar mi cabeza en la ventanilla. El recorrido transcurría por tierras bañadas por el ocre de las tierras ya segadas y tostadas por el sol de verano, eran tierras Manchegas, el paisaje lo rompían los postes de la luz que sujetaban el repostaje del tren eléctrico.
Las extensas llanuras, parecían mares pequeños, por los cuales se podría hasta navegar por sus olas tranquilas, que de vez en cuando movía la brisa, era olas apenas sin altura, pues el trigo ya había sido segado.
En el horizonte asomaban algunas que otras montañas, como queriéndome decir que ellas también necesitaban de algunas de mis frases, ya que  también eran parte del paisaje, que se veía a través de las ventanillas del tren que recorre estas tierras. En las faldas de las montañas se empezaban a ver algunas tierras, con cepas de viñedos, esa planta que hace que brote de alguna manera la sangre de esta tierra.
De pronto la ventanilla del tren cambio, como una pantalla el paisaje ya los ocres quedaban a las sombras de encinas y mientras continuaban pasando los postes, iban apareciendo pinos, chopos y otra clases de arboles, llego el momento en que nos adentramos en Despeña perros, no deje de mirar el paisaje, era la frontera entre las tierras Castellano Manchegas y Andalucía.

Si en la Mancha me pareció ver las siluetas del Quijote y Sancho Panza, porque no, se podían aparecer las de los bandoleros Jose Maria “El Tempranillo” o quizás Curro Jimenez. La verdad que conmigo, si apareciesen y parasen el tren para asaltarlo no iban a tener su día, incluso hasta les podría pedir unirme a ellos.
Después de la última parada en el vagón solo quedamos dos personas, un chico joven y yo, era una incomunicación total , sin cobertura móvil al pasar por la zona de los túneles, solo recordar cuando viajaba de pequeño con mis padres, la ilusión que me hacía pasar por los túneles en tren ¿No sé el porqué de esa ilusión?

 El único sonido que se escuchaba, era la música que emitía el tren en su rodar por las vías, y digo música, porque después de unas cuantas horas de viaje, ese ruido sirve como melodía para cualquier letra de canción que se te venga a la cabeza.

Son esos momentos que te das cuenta, que el viaje estaba siendo ameno, con tan solo lo que te brindaba la ventanilla del tren, tanta historia en esas tierras, tanta vida de naturaleza, y de vez en cuando el tren pasando como de puntillas, por encima de algún que otro puente, las montañas hacían que el tren serpenteara, para salir airoso entre ellas y de vez en cuando jugando al escondite con ellas, desapareciendo y apareciendo por alguna de las entrañas de ellas.
Al salir del último túnel a unos pocos kilómetros, ahí estaban como las bandas municipales, esperando el llegar de alguna celebridad, los Olivos de Jaén. Dándonos la bienvenida a los pocos viajeros que íbamos en el tren.

Grandes extensiones de olivos, todos juntos respetándose sus distancias sin grandes alturas pero con un verdor que les dura toda su larga vida, sus hojas cubriendo del sol a sus raíces en verano y las heladas de los inviernos.

Trabajosos esos olivos, para los andaluces de Jaén. Como dice el cantar:

Andaluces de Jaén,
aceituneros altivos
decidme en el alma quién,
quién levantó los olivos
Andaluces de Jaén

No los levantó la nada
ni el dinero ni el señor,
sino la tierra callada,
el trabajo y el sudor.

El viaje estaba llegando a su fin, entre las conversaciones vía mensajes internet, el paisaje y sobre todo la soledad que me acompaño, me vino muy bien para describir un viaje y olvidarme por un momento de la vida cotidiana del día a día.

A mi espera estaban, una trozo grande de mi vida.

Espero no tardar, en volver hacer otro viaje, si puede ser sin destino fijo.

Rafael Huertas

domingo, 24 de junio de 2012

Mi mejor amigo





Estaba sentado en el patio, era una de esas primeras noches calurosas de primavera, echando un vistazo por internet, fumando un cigarro y un whisky con mucho hielo. La única luz era la que desprendía la pantalla del portátil.

Echando un vistazo a los diarios digitales, se me quitaron las ganas de leer noticias, ni una buena dada la situación económica, que han creado los que controlan el mundo. Me dio por pensar y recordar tiempos mejores, los cuales me situaron en mi infancia. Normal como la de cualquier muchacho en su época de juegos.

El último trago  de mi refrescante whisky, note que era ya algo aguada, me levante a prepararme otro refrigerio, esta vez lo acompañe con limón. El camino de la cocina al patio, lo hice todo a oscuras, guiándome por el reflejo que daba la pantalla del ordenador.

Nada más sentarme, la pantalla se apago, moví el ratón para tener luz y coger otro cigarrillo. Note como alguien susurraba a mi oído, me dijo: ¡Hola amigo Rafael!  me gire pero no había nadie, la familia estaba ya toda en la cama, era una voz que me era muy familiar y peculiar, por más que quería recordar, no me venía a la cabeza de quien era, estaba segurísimo que había mantenido más de una conversación con la persona que me había saludado en voz baja. De nuevo la volví a escuchar: ¿No te acuerdas ya de mí? Hace años, que no me escuchabas verdad te he echado de menos, sobre todo en los juegos.

Al escuchar su última frase, se me vino a la memoria quien era.

Era uno de mis mejores amigos de mi infancia, era mi amigo fiel, con el que podía contar con él en cualquier momento del día, mi compañero de juegos, el que escuchaba mis penas y con el que compartía muy buenos momentos.

Era mi amigo imaginario, mi amigo invisible, la única creo que sabía de su existencia era mi madre, la cual más de una vez me pillo en alguna conversación con él y por mucho que yo quería disimular, mi madre sin preguntarme con quien hablaba, como todas las madres intuía la existencia de mi querido amigo, nunca me pregunto que con quien hablaba, el disimulo era mutuo, a ella juntándome con buena gente era feliz.

No entendí nunca como fueron pasando los días, los meses y los años y se fue perdiendo mi amistad con él. Le pregunte: ¿Cómo te ha ido la vida? Su contestación fue… Como a ti. Los buenos momentos, tu sin saberlo los he compartido contigo al igual que los malos. Yo nunca he cambiado, he seguido siendo el mismo amigo fiel a ti, el que fuiste cambiando fuiste tú, no es ningún reproche, estoy orgulloso de de ti.

Me dejo pensativo con su contestación, nunca me pidió nada a cambio por su fiel amistad y compañía, con él aprendí mucho, pocos amigos hacen de tapia o pared para jugar a la pelota, o estar jugando a las canicas y cuando le tocaba jugar a él siempre me dejaba que tirase yo por él, recuerdo que cuando me aburría de pasear solo con la bici, le invitaba a que el montase sobre el sillín y a mí no me importaba pedalear de pie. Cuando más me hacia compañía, eran las tardes de castigos, esas temporadas que no sé porque, bueno si…, ahora lo sé.

 No estaba de moda la palabra stress y si estaba, yo no tenía ni idea que es lo que era, pero seguro que la tendría de escusa más de una vez, cuando entregaba las notas del colegio. Cuando aparecían números en las casillas de menos valor que los dichosos cincos, llevaba todas las papeletas para no bajar a la calle y claro, nada de juegos de habitación y mucho menos televisión. Entonces era cuando aparecía el, siempre teníamos de que hablar o juegos inventados para jugar. Anécdotas con el tendría para hacer parte de mi biografía, pero tampoco quiero que se me conozca, como una persona soñadora aunque lo soy. Creo que todos hemos tenido en algún momento de nuestra infancia, algún amigo así y todos les debemos mucho de cómo somos. El me enseño, que a veces en la vida hay que dar sin esperar nada a veces, el nunca lo hizo conmigo.



Es una pena perder esas clases de amistades por culpa de tenernos que hacernos mayores.

Fíjate cómo has cambiado, me dijo… Nos conocimos, tu tomando refrescos y repartiéndonos las meriendas de por las tardes, ahora tu fumando y tomando whiskys. Los juegos eran totalmente diferentes a los de ahora, no me veo yo jugando contigo y en mis manos un mando de videoconsola, sería difícil jugar.

Es verdad, le conteste… Me pregunto ¿Si los niños de ahora tendrán amigos como tú?

Pregúntales, a lo mejor lo cuentan de mayores, como lo estás haciendo ahora tú… Me contesto. Ahora te dejo que sigas con lo que estabas haciendo y no quiero que nunca me olvides como tu mejor amigo y que siempre estaré, para cuando necesites compañía.

De mi nombre no te preocupes, nunca me llamaste por él, porque yo nunca te lo dije.

Rafael